miércoles, 23 de diciembre de 2020

DISCURSO DEL SANTO PADRE FRANCISCO A LA CURIA ROMANA CON MOTIVO DE LAS FELICITACIONES NAVIDEÑAS Aula de las Bendiciones Lunes, 21 de diciembre de 2020

DISCURSO DEL SANTO PADRE FRANCISCO
A LA CURIA ROMANA CON MOTIVO DE LAS FELICITACIONES NAVIDEÑAS

Aula de las Bendiciones
Lunes, 21 de diciembre de 2020

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Queridos hermanos y hermanas:

1. La Navidad es el misterio del nacimiento de Jesús de Nazaret que nos recuerda que «los hombres, aunque han de morir, no han nacido para eso sino para comenzar»[1], como observa de modo tan brillante e incisivo Hanna Arendt, la filósofa hebrea que desmonta el pensamiento de su maestro Heidegger, según el cual el hombre nace para ser arrojado a la muerte. Sobre las ruinas de los totalitarismos del siglo veinte, Arendt reconoce esta verdad luminosa: «El milagro que salva al mundo, a la esfera de los asuntos humanos, de su ruina normal y “natural” es en último término el hecho de la natalidad. […] Esta fe y esperanza en el mundo encontró tal vez su más gloriosa y sucinta expresión en las pocas palabras que en los evangelios anuncian la gran alegría: “Les ha nacido hoy un Salvador”»[2]

2. Ante el Misterio de la Encarnación, junto al Niño acostado en un pesebre (cf. Lc 2,16), así como frente al Misterio Pascual, en presencia del hombre crucificado, encontramos el lugar adecuado sólo si somos inermes, humildes, esenciales; sólo después de haber puesto en práctica en el ambiente en el que vivimos —incluyendo la Curia Romana— el programa de vida sugerido por san Pablo: «Desaparezca de ustedes toda amargura, ira, enojo, insulto, injurias y cualquier tipo de maldad. Sean bondadosos unos con otros, sean compasivos y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó en Cristo» (Ef 4,31-32); sólo “revestidos de humildad” (cf. 1 P 5,5), imitando a Jesús «manso y humilde de corazón» (Mt 11, 29); sólo después de habernos colocado «en el último puesto» (Lc 14,10) y habernos hecho “siervos de todos” (cf. Mc 10,44). Y a este propósito, san Ignacio en sus Ejercicios llega hasta el punto de pedir que nos imaginemos estar en la escena del nacimiento, «haciéndome yo —escribe— un pobrecito y esclavito indigno, mirándolos, contemplándolos y sirviéndolos en sus necesidades» (114).

Agradezco al cardenal Decano su amable saludo en esta Navidad, que ha manifestado los sentimientos de todos. Gracias, cardenal Re, gracias.

3. Esta Navidad es la Navidad de la pandemia, de la crisis sanitaria, de la crisis socioeconómica e incluso eclesial que ha lacerado cruelmente al mundo entero. La crisis ha dejado de ser un lugar común del discurso y del establishment intelectual para transformarse en una realidad compartida por todos.

Este flagelo ha sido una prueba importante y, al mismo tiempo, una gran oportunidad para convertirnos y recuperar la autenticidad.

Cuando el pasado 27 de marzo, en la Plaza de San Pedro, ante la plaza vacía pero llena de una pertenencia común que nos une con cada rincón de la tierra, cuando allí quise rezar por todos y con todos; tuve la oportunidad de decir en voz alta el significado posible de la “tempestad” (cf. Mc 4,35-41) que había golpeado al mundo: «La tempestad desenmascara nuestra vulnerabilidad y deja al descubierto esas falsas y superfluas seguridades con las que habíamos construido nuestras agendas, nuestros proyectos, rutinas y prioridades. Nos muestra cómo habíamos dejado dormido y abandonado lo que alimenta, sostiene y da fuerza a nuestra vida y a nuestra comunidad. La tempestad pone al descubierto todos los intentos de encajonar y olvidar lo que nutrió el alma de nuestros pueblos; todas esas tentativas de anestesiar con aparentes rutinas “salvadoras”, incapaces de apelar a nuestras raíces y evocar la memoria de nuestros ancianos, privándonos así de la inmunidad necesaria para hacerle frente a la adversidad. Con la tempestad, se cayó el maquillaje de esos estereotipos con los que disfrazábamos nuestros egos siempre pretenciosos de querer aparentar; y dejó al descubierto, una vez más, esa (bendita) pertenencia común de la que no podemos ni queremos evadirnos; esa pertenencia de hermanos».

4. La Providencia quiso que en este tiempo difícil haya podido escribir Fratelli tutti, la Encíclica dedicada al tema de la fraternidad y de la amistad social. Y una gran lección nos llega de los Evangelios de la infancia, donde se narra el nacimiento de Jesús, es la de una nueva complicidad —una nueva complicidad— y unión que se crea entre los protagonistas: María, José, los pastores, los magos y todos aquellos que, de un modo u otro, ofrecieron su fraternidad, su amistad para que el Verbo que se hizo carne fuera acogido en las tinieblas de la historia (cf. Jn 1,14). Esto escribí al principio de esta Encíclica: «Anhelo que en esta época que nos toca vivir, reconociendo la dignidad de cada persona humana, podamos hacer renacer entre todos un deseo mundial de hermandad. Entre todos: “He ahí un hermoso secreto para soñar y hacer de nuestra vida una hermosa aventura. Nadie puede pelear la vida aisladamente. […] Se necesita una comunidad que nos sostenga, que nos ayude y en la que nos ayudemos unos a otros a mirar hacia delante. ¡Qué importante es soñar juntos! […] Solos se corre el riesgo de tener espejismos, en los que ves lo que no hay; los sueños se construyen juntos”[3]. Soñemos como una única humanidad, como caminantes hechos de la misma carne humana, como hijos de esta misma tierra que nos cobija a todos, cada uno con la riqueza de su fe o de sus convicciones, cada uno con su propia voz, todos hermanos» (n. 8)

5. La crisis de la pandemia es una buena oportunidad para hacer una breve reflexión sobre el significado de la crisis, que puede ayudar a todos.

La crisis es un fenómeno que afecta a todo y a todos. Está presente en todas partes y en todos los períodos de la historia, abarca las ideologías, la política, la economía, la tecnología, la ecología, la religión. Es una etapa obligatoria en la historia personal y en la historia social. Se manifiesta como un acontecimiento extraordinario, que siempre causa una sensación de inquietud, ansiedad, desequilibrio e incertidumbre en las decisiones que se deben tomar. Como recuerda la raíz etimológica del verbo krino: la crisis es esa criba que limpia el grano de trigo después de la cosecha.

Incluso la Biblia está llena de personas que han sido “tamizadas”, de “personajes en crisis” que, sin embargo, a través de estas cumplen la historia de la salvación.

La crisis de Abrahán, que abandonó su tierra (cf. Gn 12,1-2) y tuvo que vivir la gran prueba de tener que sacrificar su único hijo a Dios (cf. Gn 22,1-19), se resolvió desde el punto de vista teológico con el nacimiento de un nuevo pueblo. Pero este nacimiento no evitó que Abrahán viviera un drama en el que la confusión y el desconcierto no prevalecieran sólo gracias a la fuerza de su fe.

La crisis de Moisés se manifestó en la desconfianza de sí mismo: «¿Quién soy yo para ir al faraón y sacar a los israelitas de Egipto?» (Ex 3,11); «yo nunca he sido un hombre con facilidad de palabra, […] pues soy torpe de boca y de lengua» (Ex 4,10); «no sé hablar» (Ex 6,12.30). Por eso trató de escapar de la misión que Dios le había confiado: “Señor, envía a otros” (cf. Ex 4,13). Pero a través de esa crisis, Dios hizo a Moisés su siervo, que guio al pueblo fuera de Egipto.

 Elías, el profeta tan fuerte que era comparado con el fuego (cf. Sir 48,1), en un momento de gran crisis incluso anheló la muerte, pero luego experimentó la presencia de Dios no en el viento impetuoso, ni en el terremoto, ni en el fuego, sino en “el susurro de una brisa suave” (cf. 1 R 19,11-12). La voz de Dios nunca está en el ruido de la crisis, sino en la voz silenciosa que nos habla dentro de la crisis misma.

Juan el Bautista le asaltó la duda sobre la identidad mesiánica de Jesús (cf. Mt 11,2-6), porque no se presentaba como el libertador que tal vez esperaba (cf. Mt 3,11-12); sin embargo, fue precisamente el encarcelamiento de Juan el evento que llevó a Jesús a comenzar la predicación del Evangelio de Dios (cf. Mc 1,14).

Y finalmente, la crisis teológica de Pablo de Tarso: sacudido por el deslumbrante encuentro con Cristo en el camino de Damasco (cf. Hch 9,1-19; Ga 1,15-16), se vio obligado a dejar sus seguridades para seguir a Jesús (cf. Flp 3,4-10). San Pablo fue en efecto un hombre que se dejó transformar por la crisis y, por esta razón, fue el artífice de aquella crisis que llevó a la Iglesia fuera del recinto de Israel para llegar a los confines de la tierra.

Podríamos ampliar la lista de personajes bíblicos, y en ella cada uno de nosotros podría encontrar su lugar. Son muchos.

Pero la crisis más elocuente fue la de Jesús. Los Evangelios sinópticos enfatizan que Él inauguró su vida pública a través de la experiencia de la crisis vivida en las tentaciones. Aunque pareciera que el protagonista de esa situación fuera el diablo con sus falsas propuestas, en realidad el verdadero protagonista era el Espíritu Santo. De hecho, Él era quien conducía a Jesús en ese momento decisivo de su vida: «Enseguida, el Espíritu llevó a Jesús al desierto para ser puesto a prueba por el Diablo» (Mt 4,1).

Los evangelistas subrayan que los cuarenta días que Jesús pasó en el desierto estuvieron marcados por la experiencia del hambre y de la debilidad (cf. Mt 4,2; Lc 4,2). Y es precisamente en el trasfondo de esa hambre y debilidad donde el Maligno intentó jugar su mejor carta, aprovechándose de la humanidad cansada de Jesús. Pero, en ese hombre probado por el ayuno, el Tentador experimentó la presencia del Hijo de Dios que supo cómo vencer la tentación a través de la Palabra de Dios, no a través de la suya. Jesús nunca dialogó con el diablo, nunca; y nosotros debemos aprender esto: con el diablo nunca se dialoga. Jesús o lo expulsaba, o lo obligaba a manifestar su nombre. Pero con el diablo nunca se dialoga.

Más tarde, Jesús se enfrentó a una crisis indescriptible en Getsemaní: soledad, miedo, angustia, la traición de Judas y el abandono de los Apóstoles (cf. Mt 26,36-50). Por último, llegó la crisis extrema en la Cruz: la solidaridad con los pecadores hasta el punto de sentirse abandonado por el Padre (cf. Mt 27,46). A pesar de ello, Él, con confianza total, “entregó su espíritu en las manos del Padre” (cf. Lc 23,46). Y su abandono pleno y confiado abrió el camino a la Resurrección (cf. Hb 5,7).

6. Hermanos y hermanas: esta reflexión sobre la crisis nos pone en guardia ante el peligro de juzgar precipitadamente a la Iglesia por las crisis que causaron los escándalos de ayer y de hoy, como lo hizo el profeta Elías que, al desahogarse con el Señor, le presentó una narración desesperanzadora de la realidad: «¡Me consumo de celo por el Señor, Dios del universo, porque los israelitas han abandonado tu Alianza, han derribado tus altares y han matado a tus profetas por la espada: he quedado yo solo y buscan también quitarme la vida!» (1 R 19,14). Y con qué frecuencia incluso nuestros análisis eclesiales parecen historias sin esperanza. Una lectura desesperada de la realidad no se puede llamar realista. La esperanza da a nuestros análisis lo que nuestra mirada miope es tan a menudo incapaz de percibir. Dios responde a Elías que la realidad no es como la percibió: «Regresa por tu camino hacia el desierto de Damasco. […] He dejado en Israel siete mil personas, todas las rodillas que no se doblaron ante Baal y todas las bocas que no lo besaron» (1 R 19,15.18). No es verdad que él estuviera solo: está en crisis.

Dios sigue haciendo germinar las semillas de su Reino entre nosotros. Aquí en la Curia hay muchos que dan testimonio con su el trabajo humilde, discreto, sin chismorreos, silencioso, leal, profesional y honesto. Son muchos entre ustedes, gracias. Nuestra época también tiene sus problemas, pero también tiene el testimonio vivo del hecho de que el Señor no ha abandonado a su pueblo, con la única diferencia de que los problemas aparecen inmediatamente en los periódicos —esto está al orden del día—, en cambio los signos de esperanza son noticia sólo después de mucho tiempo, y no siempre.

Quienes no miran la crisis a la luz del Evangelio, se limitan a hacer la autopsia de un cadáver: miran la crisis, pero sin la esperanza del Evangelio, sin la luz del Evangelio. La crisis nos asusta no sólo porque nos hemos olvidado de evaluarla como nos invita el Evangelio, sino porque nos hemos olvidado de que el Evangelio es el primero que nos pone en crisis[4]. Es el Evangelio el que nos pone en crisis. Pero si volvemos a encontrar el valor y la humildad de decir en voz alta que el tiempo de crisis es un tiempo del Espíritu, entonces, incluso ante la experiencia de la oscuridad, la debilidad, la fragilidad, las contradicciones, el desconcierto, ya no nos sentiremos agobiados, sino que mantendremos constantemente una confianza íntima de que las cosas van a cambiar, que surge exclusivamente de la experiencia de una Gracia escondida en la oscuridad. «Porque el oro se purifica con el fuego, y los que agradan a Dios, en el horno de la humillación» (Si 2,5).

7. Por último, quisiera exhortarlos a no confundir la crisis con el conflicto: son dos realidades diferentes. La crisis generalmente tiene un resultado positivo, mientras que el conflicto siempre crea un contraste, una rivalidad, un antagonismo aparentemente sin solución, entre sujetos divididos en amigos para amar y enemigos contra los que pelear, con la consiguiente victoria de una de las partes.

La lógica del conflicto siempre busca “culpables” a quienes estigmatizar y despreciar y “justos” a quienes justificar, para introducir la conciencia —muchas veces mágica— de que esta o aquella situación no nos pertenece. Esta pérdida del sentido de pertenencia común favorece el crecimiento o la afirmación de ciertas actitudes de carácter elitista y de “grupos cerrados” que promueven lógicas limitadoras y parciales, que empobrecen la universalidad de nuestra misión. «Cuando nos detenemos en la coyuntura conflictiva, perdemos el sentido de la unidad profunda de la realidad» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 226).

La Iglesia, entendida con las categorías de conflicto —derecha e izquierda, progresista y tradicionalista—, fragmenta, polariza, pervierte y traiciona su verdadera naturaleza. La Iglesia es un Cuerpo perpetuamente en crisis, precisamente porque está vivo, pero nunca debe convertirse en un Cuerpo en conflicto, con ganadores y perdedores. En efecto, de esta manera difundirá temor, se hará más rígida, menos sinodal, e impondrá una lógica uniforme y uniformadora, tan alejada de la riqueza y la pluralidad que el Espíritu ha dado a su Iglesia.

La novedad introducida por la crisis que desea el Espíritu no es nunca una novedad en oposición a lo antiguo, sino una novedad que brota de lo antiguo y que siempre la hace fecunda. Jesús usa una expresión que explica este pasaje de un modo sencillo y claro: «Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto» (Jn 12,24). El acto de morir de la semilla es un acto ambivalente, porque al mismo tiempo marca el final de algo y el comienzo de otro. Llamamos al mismo momento muerte-descomponerse y nacimiento-germinar porque son la misma realidad. Ante nuestros ojos vemos un final y al mismo tiempo en ese final se manifiesta un comienzo nuevo.

En este sentido, toda la resistencia que ponemos cuando entramos en crisis, a la que nos conduce el Espíritu en el momento de la prueba, nos condena a permanecer solos y estériles, al máximo en conflicto. Al defendernos de la crisis, obstruimos la obra de la Gracia de Dios que quiere manifestarse en nosotros y a través de nosotros. Por lo tanto, si un cierto realismo nos muestra nuestra historia reciente sólo como la suma de intentos fallidos, de escándalos, de caídas, de pecados, de contradicciones, de cortocircuitos en el testimonio, no debemos temer, ni negar la evidencia de todo lo que en nosotros y en nuestras comunidades está afectado por la muerte y necesita conversión. Todo lo que de mal, contradictorio, débil y frágil se manifiesta abiertamente nos recuerda aún más fuertemente la necesidad de morir a una forma de ser, de razonar y de actuar que no refleja el Evangelio. Sólo muriendo a una cierta mentalidad se logrará también dar espacio a la novedad que el Espíritu suscita constantemente en el corazón de la Iglesia. Los Padres de la Iglesia eran conscientes de esto, que llamaron “metanoia”.

8. De cada crisis emerge siempre una adecuada necesidad de renovación: es un paso adelante. Pero si realmente queremos una renovación, debemos tener la valentía de estar dispuestos a todo; debemos dejar de pensar en la reforma de la Iglesia como un remiendo en un vestido viejo, o la simple redacción de una nueva Constitución apostólica. La reforma de la Iglesia es algo diferente.

No se trata de “remendar un vestido”, porque la Iglesia no es simplemente el “vestido” de Cristo, sino su cuerpo que abarca toda la historia (cf. 1 Co 12,27). Nosotros no estamos llamados a cambiar o reformar el Cuerpo de Cristo —«Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre» (Hb 13,8)—, sino que estamos llamados a vestir ese mismo Cuerpo con un vestido nuevo, para que se manifieste claramente que la Gracia que se posee no viene de nosotros sino de Dios: porque «llevamos este tesoro en vasijas de barro, para que quede claro que ese poder tan extraordinario proviene de Dios y no de nosotros» (2 Co 4,7). La Iglesia es siempre una vasija de barro, preciosa por lo que contiene y no por lo que a veces muestra de sí misma. Al final, tendré el gusto de darles un libro, regalo del padre Ardura, donde se muestra la vida de una vasija de barro, que ha hecho resplandecer la grandeza de Dios y las reformas de la Iglesia. Este es un momento en el que parece evidente que el barro del que estamos modelados está desportillado, agrietado, roto. Debemos esforzarnos para que nuestra fragilidad no se convierta en un obstáculo para el anuncio del Evangelio, sino en un lugar donde se manifieste el gran amor con el que Dios, rico en misericordia, nos ha amado y nos ama (cf. Ef 2,4). Si quitáramos a Dios, que es rico de misericordia, de nuestras vidas, nuestras vidas serían una mentira, una mentira.

Durante el período de la crisis, Jesús nos advierte sobre algunos intentos para salir de ella que están destinados desde el principio a ser infructuosos, como el que «corta un pedazo de un vestido nuevo para remendar uno viejo»; el resultado es predecible: romperás el nuevo, porque «el remiendo no quedará bien en el vestido nuevo». Análogamente, «nadie echa vino nuevo en odres viejos. Si hace así, el vino nuevo reventará los odres viejos, el vino se derramará y los odres se echarán a perder. ¡El vino nuevo se echa en odres nuevos!» (Lc 5,36-38).

El comportamiento correcto es el del «maestro de la ley que se ha convertido en discípulo del Reino de los cielos», que «se parece al dueño de una casa que saca de su tesoro cosas nuevas y antiguas» (Mt 13,52). El tesoro es la Tradición que, como recordaba Benedicto XVI, «es el río vivo que se remonta a los orígenes, el río vivo en el que los orígenes están siempre presentes. El gran río que nos lleva al puerto de la eternidad» (Catequesis, 26 abril 2006). Me viene a la mente la frase de aquel gran músico alemán: “La tradición es la salvaguarda del futuro y no un museo, guardián de las cenizas”. Las “cosas antiguas” las constituyen la verdad y la gracia que ya poseemos. Las cosas nuevas las forman los diferentes aspectos de la verdad que vamos comprendiendo gradualmente. Aquella frase del siglo V: “Ut annis scilicet consolidetur, dilatetur tempore, sublimetur aetate”. Esta es la tradición, así crece. Ninguna forma histórica de vivir el Evangelio agota su comprensión. Si nos dejamos guiar por el Espíritu Santo, cada día nos acercaremos más a «toda la verdad» (Jn 16,13). Por el contrario, sin la gracia del Espíritu Santo, podemos incluso comenzar a pensar en la Iglesia de modo sinodal, pero, en lugar de hacer referencia a la comunión con la presencia del Espíritu, se la concibe como una asamblea democrática cualquiera, formada por mayorías y minorías. Como un parlamento, por ejemplo; y esta no es sinodalidad. Sólo la presencia del Espíritu Santo hace la diferencia.

9. ¿Qué hacer durante la crisis? En primer lugar, aceptarla como un tiempo de gracia que se nos ha dado para descubrir la voluntad de Dios para cada uno de nosotros y para toda la Iglesia. Es necesario entrar en la lógica aparentemente contradictoria de que «cuando soy débil, ¡entonces soy fuerte!» (2 Co 12,10). Se debe recordar la garantía que dio san Pablo a los de Corinto: «Dios es fiel, y él no permitirá que sean probados por encima de sus fuerzas, sino que junto con la prueba hará que encuentren el modo de sobrellevarla» (1 Co 10,13).

Es fundamental no interrumpir el diálogo con Dios, aunque sea agotador. Rezar no es fácil. No debemos cansarnos de rezar siempre (cf. Lc 21,36; 1 Ts 5,17). No conocemos otra solución a los problemas que estamos experimentando que rezar más y, al mismo tiempo, hacer todo lo que podemos con mayor confianza. La oración nos permitirá “esperar contra toda esperanza” (cf. Rm 4,18).

10. Queridos hermanos y hermanas: Conservemos una profunda paz y serenidad, con la plena certeza de que todos nosotros, y yo en primer lugar, somos solamente «servidores a los que nada hay que agradecer» (Lc 17,10), de los que el Señor ha tenido misericordia. Por eso sería bueno que dejáramos de vivir en conflicto y volviéramos en cambio a sentirnos en camino, abiertos a la crisis. El camino siempre tiene que ver con verbos de movimiento. La crisis es movimiento, es parte del camino. El conflicto, en cambio, es un camino falso, es un vagar sin objetivo ni finalidad, es quedarse en el laberinto, es sólo una pérdida de energía y una oportunidad para el mal. Y el primer mal al que nos lleva el conflicto, y del que debemos tratar de alejarnos, es propiamente la murmuración. ¡Tengamos cuidado con esto! No es una manía que tengo de hablar contra el chismorreo; es la denuncia de un mal que entra en la Curia; aquí en el Palacio hay tantas puertas y ventanas y entra, y nos acostumbramos a esto. El chismorreo, que nos encierra en la más triste, desagradable y sofocante autorreferencia, y convierte cada crisis en un conflicto. El Evangelio nos dice que los pastores creyeron en el anuncio del ángel y se pusieron en camino hacia Jesús (cf. Lc 2,15-16). Herodes, por el contrario, se cerró ante el relato de los magos y transformó su cerrazón en mentiras y violencia (cf. Mt 2,1-16).

Cada uno de nosotros, cualquiera que sea nuestro puesto en la Iglesia, debe preguntarse si quiere seguir a Jesús con la docilidad de los pastores o con la autoprotección de Herodes, seguirlo en la crisis o defendernos de Él en el conflicto.

Permítanme que les pida expresamente a todos los que, junto conmigo, están al servicio del Evangelio el regalo de Navidad: Su colaboración generosa y apasionada en el anuncio de la Buena Nueva, especialmente a los pobres (cf. Mt 11,5). Recordemos que conoce verdaderamente a Dios quien solamente acoge al pobre que viene de abajo con su miseria, y que en esta misma capacidad es enviado desde arriba; no podemos ver el rostro de Dios, pero podemos experimentarlo en su vuelta hacia nosotros cuando honramos el rostro de nuestro prójimo, del otro que nos compromete con sus necesidades[5]. El rostro de los pobres. Los pobres están en el centro del Evangelio. Me viene a la mente lo que decía aquel santo obispo brasileño: “Cuando me ocupo de los pobres, dicen de mí que soy un santo; pero cuando me cuestiono y pregunto: ‘¿Por qué hay tanta pobreza?’, me dicen ‘comunista’”.

Que no haya nadie que voluntariamente obstaculice la obra que el Señor está realizando en este momento, y pidamos el don de la humildad en el servicio para que Él crezca y nosotros disminuyamos (cf. Jn 3,30).

Felicidades a todos, a cada uno de ustedes, a sus familias y a sus amigos. Y gracias, gracias por vuestro trabajo. Muchas gracias. Y, por favor, recen siempre por mí, para que tenga la valentía de permanecer en crisis. Feliz Navidad. Gracias.

[Bendición]

Olvidé decirles que les regalaré dos libros. Uno, la vida de Carlos de Foucauld, un maestro de la crisis, que nos dejó un regalo, un hermoso legado. Este es un regalo que me dio el padre Ardura: gracias. El otro se llama “Olotropía: los verbos de la familiaridad cristiana”. Son para ayudarnos a vivir nuestras vidas. Es un libro que se ha publicado en estos días, realizado por un biblista, discípulo del cardenal Martini; ha trabajado en Milán, pero es de la diócesis de Albenga-Imperia.

 


[1] H. Arendt, La condición humana, ed. Paidós, Barcelona 2012, 264.

[2] Ibíd.

[3] Discurso en el encuentro ecuménico e interreligioso con los jóvenes, Skopie – Macedonia del Norte (7 mayo 2019): L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española (10 mayo 2019), p. 13.

[4] «Muchos discípulos de Jesús que lo habían oído decían: “¡Es dura esta enseñanza! ¿Quién puede aceptarla?”. Dándose cuenta de que sus discípulos murmuraban, Jesús les preguntó: “¿Esto los escandaliza?”» (Jn 6,60-61). Pero, sólo desde esta crisis puede brotar una profesión de fe: «“Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna”» (Jn 6,68).

[5] Cf. E. Levinas, Totalité et infini, París 2000, 76.

 

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lunes, 14 de diciembre de 2020

Los 5 hábitos del Padre Pío para las personas que quieren ser santas.

Los 5 hábitos del Padre Pío para las personas que quieren ser santas


padre pio consagracion en misa foto blanco y negro

Aquí están los cinco hábitos que San Padre Pío creyó que todos los católicos deberían practicar basado en la guía a sus hijos espirituales

San Pío de Pietrelcina, conocido popularmente como el Padre Pío, tenía algunos cuántos hábitos para la santidad que necesitamos conocer y practicar
Cuando pensamos en los grandes místicos y santos milagrosos, a menudo pensamos en aquellos que vivieron hace muchos siglos. Sin embargo, San Pío de Pietrelcina fue a la vez, un gran místico y un hacedor de muchos milagros, y murió apenas en 1968, hace tan sólo 47 años.
En muchos sentidos, este santo fue y es una contradicción para nuestra era científica, racional, y pese a su afán en demostrar que estaba un fraude, los escépticos se mantuvieron consistentemente incapace de explicar los muchos milagros que acompañaron la vida de San Pío.
Pero mientras que San Pío de Pietrelcina es recordado como un hacedor de milagros, él quizás fue mejor conocido en su día como un padre espiritual para innumerables almas.
El Padre Pío dio un sabio y santo consejo a aquellos que lidian continuas luchas por vivir una vida santa en el mundo, y a través de su consejo, guió a muchas almas al cielo.
Aquí están los cinco hábitos que San Pío de Pietrelcina creyó que todos los católicos deberían practicar, basado en el asesoramiento que le dio a sus hijos espirituales.

1.- Confesión semanal del Padre Pío.

Uno de los hábitos que el Padre Pío más recomendaba a sus hijos espirituales era el de la confesión frecuente, al menos una vez a la semana. Al respecto, el Padre Pío decía:
"La confesión es el baño del alma. Tienes que ir al menos una vez a la semana. No quiero que las almas se mantengan alejadas de la confesión por más de una semana. Incluso una habitación limpia y no ocupada recoge el polvo; regresa después de una semana y verá que es necesario ¡quitar el polvo de nuevo!"

2.- Comunión diaria

La comunión diaria era una de las fortalezas del Padre Pío. Una de las cosas que él decía de este hermoso sacramento era:
"Es muy cierto, no somos dignos de tal regalo. Sin embargo, al acercarse al Santísimo Sacramento en un estado de pecado mortal es una cosa, y ser indigno es otra muy distinta. Todos nosotros somos indignos, pero es Él quien nos invita. Él es quien lo desea. Vamos y humillémonos delante de Él y recivamoslo con un corazón contrito y lleno de amor."

3.- Examen de Conciencia al anochecer

Alguien una vez dijo al Padre Pio que pensaba que un examen de conciencia cada noche era inútil, porque él sabía lo que era el pecado, y cómo este había sido cometido. Para esto, el Padre Pío le contestó:
"Eso es bastante cierto. Pero cada comerciante experimentado en este mundo no sólo mantiene un seguimiento durante todo el día de si ha perdido o ganado en cada venta. Por la noche, él hace la contabilidad del día para determinar lo que debe hacer al día siguiente. De ello se desprende que es indispensable hacer un riguroso examen de conciencia, breve pero lúcido, todas las noches"

4.- Lectura espiritual diaria

Cuanto se entristecía el Padre Pío porque muchas personas dedicaban largas horas a la lectura de libros noveleros poco edificantes y no lo dedicaban a libros que en verdad dejaban grands enseñanzas al alma. Decía el Padre Pío:
"El daño que viene a las almas por la falta de lectura de libros sagrados me hace estremecer...¡Qué asombroso poder tiene lectura espiritual que conduce a un cambio de rumbo, y hace que, incluso, la gente más mundana, entre en el camino de la perfección".

5.- Oración mental dos veces al día

Al Padre Pío muchas veces se le encontraba meditando y en oración y él siempre recomendaba hacer lo mismo a los fieles. Al respecto decía:
"Si no tiene usted éxito en la meditación, no se rinda, cumpla con su deber. Si las distracciones son numerosas, no se desanime; haga la meditación de la paciencia, y aún saldrá beneficiado.
Decida sobre la duración de su meditación, y no la deje antes de finalizarla, incluso si tiene que ser crucificado. ¿Por qué se preocupa tanto de que no sabe cómo le gustaría meditar? La meditación es un medio para alcanzar a Dios, no es un objetivo en sí mismo.
La meditación tiene como objetivo el amor a Dios y al prójimo. Ama a Dios con toda tu alma y sin reserva, y amarás a tu prójimo como a ti mismo, y usted habrá logrado la mitad de su meditación"
Te invitamos a leer:
  
 
Adaptación y traducción por Qriswell J. Quero para PildorasdeFe.net, del artículo publicado en: CatholicGentleman.net, autor: Rev. Padre Jean, OFM., Cap
Qriswell Quero rostro perfil pildorasdefeQriswell Quero de Pérez, es venezolano viviendo en Ecuador, felizmente casado, ingeniero en electrónica y misionero de la fe. Comprometido con anunciar el Evangelio y los buenos valores familiares. Entregado al servicio en todos los aspectos de mi vida. Mi lema es: Quien a Dios tiene nada lo detiene.


MUCHAS GRACIAS POR SU APORTE HERMANO QRISWELL Y AL REV. PADRE JEAN.
TOMADO DE: https://www.pildorasdefe.net/aprender/fe/cinco-habitos-padre-pio-personas-quieren-ser-santas

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lunes, 20 de julio de 2020

MARKETING 7 preguntas para medir si tu marca está preparada para la nueva era ecommerce

MARKETING
7 preguntas para medir si tu marca está preparada para la nueva era ecommerce
El principal efecto de la pandemia en el comercio electrónico ha sido la transformación de los consumidores reticentes en consumidores activos
16/07/2020
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La pandemia y el obligado confinamiento ha tenido como consecuencia un importante crecimiento del comercio online durante este periodo, especialmente en algunos sectores, pero su verdadero efecto ha sido la transformación de los consumidores reticentes en consumidores activos”, asegura Elena Rodríguez Feijoo, Digital Business Strategist de Stratesys, multinacional especializada en servicios digitales. 
El cambio que se ha producido en la demanda debe ir aparejado a una mayor adecuación de los ecommerce. Ante sí tienen el reto de ir más allá de las ventas y perseguir otros objetivos que muchas veces son relegados, como el posicionamiento digital de la marca, la creación de una experiencia diferencial, la búsqueda de un lugar propio en el mercado o la capacidad de atracción y fidelización. 
En este sentido, el equipo de expertos de Stratesys propone a las compañías que midan si su ecommerce está preparado para una nueva era en función de si responden afirmativamente a estas cuestiones:
  1. ¿Aprovecho el potencial del Big Data y la Inteligencia Artificial?
Tratamos con usuarios únicos, con demandas diferentes, comportamientos exclusivos…  El uso de tecnología que personalice la relación en la tienda online es clave para mejorar el proceso y el éxito de la compra. Además, el acceso a herramientas de Big Data y aplicaciones de Inteligencia Artificial ha dejado de ser un territorio reservado para las grandes empresas.
  1. ¿Estoy orientado al mobile commerce?
Los ecommerce se han instalado en el móvil, abriendo una nueva ventana a experiencias basadas en la interacción que se producen a cualquier hora y desde cualquier lugar.  Debemos tener muy presente que con la llegada del mobile commerce el proceso de compra se amplía y se vuelve más complejo. El usuario puede estar paseando y desear comprar inmediatamente algo que ha visto en una marquesina.
  1. ¿Ofrezco un trato humano y cercano?
Como sucede en las tiendas físicas, en el comercio electrónico también hay clientes muy distintos: aquellos que tienen claro lo que van a comprar, otros que simplemente están mirando o los que se encuentran indecisos. Cada usuario es único y a cada uno debemos ofrecerle la atención y orientación que necesita. Si lo tiene claro, un buen buscador será fundamental para redirigirle al producto adecuado; pero si tiene dudas, podemos aprovechar para recomendarle productos que puedan ser de su interés. Soluciones como click-to-call, que permiten a los clientes contactar por teléfono desde la web; o la introducción de chatbots, que puede resolver las dudas más frecuentes, harán que la experiencia de compra sea más cercana.
  1. ¿Es ágil y sencillo el proceso de compra?
Es fundamental que el proceso de compra se simplifique al máximo, especialmente en el momento del check-out. Si los clientes encuentran dificultades, el abandono es una opción muy tentadora en este canal y la búsqueda de alternativas más aún. Algunas de las recomendaciones son no solicitar más datos de los necesarios o exigir tediosos registros. Incluir todas las opciones de pago para que el usuario elija también transmite confianza y facilidad. Sin olvidar que la información sobre el envío (precio, duración, gastos…), debe quedar clara desde el primer momento.
  1. ¿Trabajo periódicamente mi posicionamiento SEO?
El SEO de una web es un trabajo constante, no exclusivo del punto de partida, y con el que se obtienen resultados a medio plazo. Hacer un análisis preciso de las keywords más adecuadas para el posicionamiento de un ecommerce puede ser de gran ayuda para atraer usuarios.
  1. ¿Llevo a cabo acciones de social commerce?
La comunicación tradicional siempre ha buscado estar donde estaba su público. Ahora, nuestros potenciales clientes pasan mucho tiempo en las redes sociales y encontrarnos con ellos allí, con una estrategia bien diseñada y medida, puede aportar múltiples beneficios. 
  1. ¿Ofrezco información clara y veraz sobre lo que vendo?
Fotos, texto o vídeos. Hay muchas formas de ofrecer a un cliente toda la información que necesita del producto o servicio. La premisa es clara: cuanta más información se facilite mayores serán las posibilidades de cerrar la venta y suscitará una mayor garantía y confianza.  Tan importante o más que la cantidad es la calidad de las imágenes y descripciones. 

martes, 25 de febrero de 2020

Métodos de pago al importar desde China


Métodos de pago al importar desde China

metodos de pago
¿A punto de pagarle a un nuevo proveedor en China? ¿Tiene miedo que las cosas salgan mal? Usted tiene una buena razón para tenerlo. El dinero habla en China y la forma de pago que elija puede ser EL FACTOR decisivo entre el éxito y el fracaso. En este artículo explicaremos a fondo las tres formas de pago más comunes usadas en el negocio de importaciones.

Primer método de pago: Transferencia Telegráfica (T/T)

Una buen transferencia en un antiguo banco, es la forma más común y frecuente de pago al importar desde China. Usualmente, el importador transfiere 30% del valor total del pedido, antes de ordenar, y el 70% adicional cuando la orden esté lista para envío.

Proceso de pago recomendado

1. El comprador y el vendedor firman un Acuerdo de Ventas.
2. Si se requiere un ejemplo de referencia: El comprador transfiere el pago de una muestra.
3. Si se requiere un ejemplo de referencia: El comprador aprueba la muestra de referencia.
4. El comprador transfiere el pago de depósito (30%).
5. Comienza la producción.
6. Termina la producción.
7. Inspección de calidad.
8. Prueba del producto (si es necesaria).
9. Entrega en el puerto de embarque.
10. El vendedor envía el borrador del carta de embarque al comprador.
11. El comprador verifica el Carta de Embarque.
12. Pago del saldo (70%).

Otras sugerencias

A. Recomendamos dividir el pago en un depósito inicial y un saldo final: 30% Depósito (Antes de la producción) / 70% Saldo (Después de la producción).
B. Usted no debe pagar nunca el depósito antes de tener un acuerdo firmado y sellado y una factura performa.
C. Usted nunca, pero nunca debe pagar el saldo pendiente antes de que haya completado una inspección de calidad (en China) o recibir el resultado de las pruebas del producto (por ejemplo CE, RoHS y otros).
D. Nunca debe pagar por anticipado el 100% antes de que se lleve a cabo la producción. Al hacerlo, usted elimina el incentivo del proveedor de compensarlo en caso de fallas en la producción.
E. Muchas compañías de comercio también requieren que usted haga el pago de un depósito alrededor de 30 días antes de la entrega en el puerto de embarque (en China). La razón, es simplemente porque las compañías de comercio en China no tienen productos listos en stock y más bien subcontratan su pedido a una fábrica local.
F. En caso de producir muestras de referencias (por ejemplo una muestra con su logo o un prototipo de un producto de fábrica original (OEM) considere que es parte del proceso de producción completo: no pague el depósito del 30% antes de recibir esas muestras. En lugar de eso usted deberá agregar un pago extra como referencia por la muestra y esperar el pago del 30% de anticipo hasta que usted haya aprobado la muestra de referencia.

Ventajas de las (transferencias telegráficas) T/T

1. Todos los proveedores aceptan esta forma de pago
2. Se puede usar un pago T/T de dos etapas como una herramienta a aplicar en caso de disputa o incumplimiento de las especificaciones del producto en el acuerdo de ventas

Desventajas de las (transferencias telegráficas) T/T

1. Requiere un depósito de prepago (usualmente 30%) antes de que comience la producción. Si algo va mal durante la producción usted nunca podrá asumir que el proveedor reembolsara el depósito.
2. El pago total (depósito 30% + saldo 70%) será pagado antes de que los productos puedan ser descargados en el puerto de destino. Por eso es importante que la inspección de calidad, y pruebas de producto, sean realizadas antes que el saldo final sea transferido y la carga sea enviada. Considere las importaciones chinas como “no retornables”.
3. Mayor riesgo de fraude en el pago

Segundo método de pago: Carta de crédito (L/C)

A diferencia de T/T la cual es una transacción directa del comprador al vendedor, la carta de crédito involucra la asistencia de ambos bancos, el suyo y el de su proveedor. Los dos bancos actúan como intermediarios y solo liberan el pago cuando el vendedor ha cumplido una lista de requerimientos, especificados en el acuerdo de ventas.
Los bancos, por si mismos, no son expertos en la industria y solo revisan la documentación necesaria para liberar el pago. Es por eso que este tipo de pago no es una garantía en el cumplimiento de la calidad del producto y su eficiencia se decide por cómo es redactado el acuerdo de ventas. El banco liberará el pago cuando las condiciones predeterminadas se cumplan en su totalidad. Estas condiciones se acuerdan entre el proveedor y el comprador, y el banco no tiene ningún papel sobre ellas.

Proceso de pago recomendado

1. El vendedor y el comprador firman un acuerdo de ventas y determinan las condiciones que deben cumplirse antes de que el pago pueda ser liberado
2. El comprador contacta a su banco local y aplica para una carta de crédito
3. El banco del comprador contacta al banco del vendedor (en China) y presenta la carta de crédito
4. El banco del vendedor contacta al vendedor y presenta un aviso de pago
5. Comienza la producción
6. Termina la producción
7. Inspección de calidad
8. Prueba del producto
9. Los productos son entregados en el puerto de embarque y enviados
10. El banco del comprador revisa los documentos (el reporte de inspección de calidad, el reporte de la prueba del producto, carta de embarque)
11. Cumplimiento de las condiciones: Si / No
12. Si es sí: El banco del vendedor libera el pago al vendedor
13. El banco del comprador carga a la cuenta del comprador y libera los documentos requeridos (Carta de embarque, etc.)

Otras sugerencias

La eficiencia de la carta de crédito como forma de pago se decide por los requerimientos acordados a su vez entre el comprador y el vendedor. Si el único requisito es presentar una carta de embarque, entonces usted tendrá la única certeza de que su producto ha sido enviado. Pero usted no tendrá ninguna pista sobre lo que hay dentro del contenedor.
El banco no liberará el pago a menos que las siguientes condiciones se cumplan:
A. Inspección de calidad aprobada (documento firmado y sellado) por una compañía X (ya sea su propia compañía o su agencia de inspección de calidad)
B. Reporte de prueba de producto aprobado (CE / RoHS / REACH / Otro) por una compañía Y (su propia compañía o una compañía de pruebas de productos)
C. Carta de embarque expedido por una compañía Z (compañía de envíos)

Ventajas de L/C

1. Obliga al proveedor a cumplir con sus normas de calidad y certificación- o tener grandes pérdidas debido a que no hay un deposito anterior a la producción
2. Obliga al proveedor a entregar el pedido a tiempo ya que la carta de crédito expira después de XX días
3. Menor riesgo de fraude en el pago
4. Usted simplemente puede retirar su orden si su proveedor trata de engañarlo o se rehúsa a cumplir con el acuerdo de ventas. Ningún dinero será pagado por el banco y usted no debe preocuparse acerca de pedir un reembolso de un deposito prepagado, dado que no se ha hecho

Desventajas de L/C

1. Muchos proveedores no pueden permitirse comprar componentes sin el pago de su depósito y es por eso que no aceptan una carta de crédito
2. Muchos proveedores con la posibilidad de aceptar una carta de crédito rechazan hacerlo para órdenes pequeñas. Sin embargo, no hay una definición clara de lo que es una “orden pequeña”
3. Su banquero no es experto en su industria y liberará el pago cuando las condiciones predeterminadas sean cumplidas. Una carta de crédito tiene poco valor si esas condiciones predeterminadas solo requieren que el proveedor envíe el contenedor, no importa si el producto dentro del contenedor cumpla con sus requerimientos.

Tercer método de pago: PayPal

PayPal es una buena alternativa para pequeñas ordenes pero después de cierta cantidad (aprox. 1500 dólares o más) las comisiones por transacción son mayores que en los pagos T/T. Uno de los principales beneficios de PayPal es que tiene la habilidad de reembolsar su dinero en caso de que existe una disputa entre usted y su proveedor.

Proceso recomendado de pago

1. El vendedor y el comprador acuerdan una lista de términos que debe incluir la factura digital de PayPal
2. El vendedor envía la primera factura de PayPal (Preorden de pago) al comprador
3. El comprador paga la primer facture de PayPal
4. Comienza la producción
5. Termina la producción
6. El vendedor envía fotos de los productos al comprador
7. El vendedor envía la segunda factura de PayPal (Pago preentrega) al comprados
8. El comprador paga la segunda factura de PayPal
9. Los productos son entregados
10. Si los productos no cumplen/no son entregados: Abra una disputa en PayPal

Otras sugerencias

La eficiencia de PayPal se decide por los términos de la orden especificados en la factura de PayPal. Usted no espere que PayPal reembolse su dinero por un incumplimiento no mencionado en los términos del pedido. Tampoco PayPal son expertos en la industria y ellos resuelven disputas basados en los términos especificados en la factura, no basado en lo que el proveedor le haya o no dicho en Skype o por email.
Le sugerimos incluir los siguientes términos en su factura de PayPal:
El pago completo será reembolsado en caso de que algunas de las siguientes condiciones no se cumplan
a.) Cantidad: XX piezas
b.) Dirección de entrega: XXX
c.) Tiempo de entrega: XX días (contando desde la fecha de la factura)
d.) Los productos deben cumplir las especificaciones del producto
e.) El vendedor deberá dar al comprador un ID de rastreo
f.) El comprador tiene 7 días (contando desde el día que la carga sea recogida en el país del comprados) para reportar cualquier incumplimiento
g.) El vendedor debe dar al comprador fotos de todos los productos
Especificaciones del Producto
a.) Dimensiones:
b.) Colores:
c.) Materiales:
d.) Otros:
Si el producto no se encuentra en stock (y por eso sea necesario producirlo) le recomendamos dividir el pago en 2 partes: una antes de la producción y otra después. También exija a su proveedor chino que usa la característica de factura de PayPal y no transfiera el dinero directamente al vendedor (no puede especificar términos del pedido si hace una transferencia directa)

Ventajas de PayPal

1. PayPal actúa como una tercer parte neutral en caso de disputa. Esto puede incrementar la presión sobre el proveedor para enviar el artículo correcto y sin fallas
2. Más bajas comisiones de transacción (comparado con T/T) para ordenes de poco valor (menor a 1500 dólares)
3. Transferencia instantánea
4. Puede ser aceptada por casi todos los pequeños comerciantes en Alibaba.com y Aliexpress.com

Desventajas PayPal

1. No recomendable para grandes pedidos debido a las altas comisiones de transferencia
2. Incluso si PayPal ordena el reembolso de la cuenta del vendedor este podría ser imposible si el vendedor ya ha retirado el dinero y dejado la cuenta vacía.

viernes, 31 de enero de 2020

¿Cómo rezar el rosario? Guía visual, paso por paso

¿Cómo rezar el rosario? Guía visual, paso por paso


Si bien el origen del rosario se remonta casi hasta el año 800, con el paso del tiempo ha ido cambiando hasta llegar a la manera en cómo la rezamos hoy en día. Este nos invita a hacer una hermosa meditación sobre la vida de Jesús y de Santa María. Solos o acompañados podemos ofrecer nuestra oración por muchas intenciones pidiendo la intercesión de Nuestra Madre.
El rosario en su forma actual fue entregado por la misma Virgen María a Santo Domingo de Guzmán en el año 1214. Se lo entregó para dar batalla a los herejes y pecadores de aquellos tiempos y además le encomendó que enseñara a rezarlo y a propagar su devoción. Un mandato que sigue vigente y nos compete a todos los católicos. Desde aquellas épocas los cristianos lo rezamos acompañado de la meditación de 15 misterios sobre la vida de Nuestro Señor Jesús y de Santa María. Y, en el año 2002 el Papa Juan Pablo II introdujo 5 misterios adicionales: los Misterios Luminosos. Hoy son 20 misterios los que meditamos.
Si deseas sentirte mucho más cerca de Nuestra Madre, te recomiendo el curso online «Conocer a María para vivir con María». Una increíble oportunidad que también te permitirá alimentar tu amor a Cristo. Sin más introducción, aquí te contamos cómo rezar el rosario. Si eres principiante puedes empezar por rezar un misterio al día hasta que logres completarlo todo. Nunca es tarde para empezar 😉

1. Para comenzar…

Toma el rosario en tus manos y empieza con la señal de la Cruz. Al mismo tiempo que hacemos una cruz en la frente, luego en la boca y finalmente en el pecho repite la siguiente oración:
«Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén».

2. Luego usarás la Cruz que está en la punta de tu rosario

Rezarás el credo de los Apóstoles, tomando la Cruz, y opcionalmente puedes hacer un acto de contrición (te recomendamos hacerlo).
Credo de los Apóstoles
«Creo en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén».
Acto de contrición
«Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser vos quien sois, bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén».

3. Las cuentas

Toma la primera cuenta del rosario y empieza con un Padre Nuestro. Le seguirán tres cuentas que simbolizan tres Ave María. Tradicionalmente son ofrecidas para incrementar la fe, la esperanza y la caridad de quienes rezan el rosario y por las intenciones del Santo Padre. Se termina este primer grupo del rosario con el Gloria.
Padre Nuestro
«Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén».
Ave María
«Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén».
Gloria
«Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén».

4. Los misterios del rosario

Anunciaremos con reverencia cada misterio del rosario. Los misterios se rezan por días tradicionalmente. Se empieza anunciando el misterio correspondiente seguido de una meditación. No es un simple repetir, es un verdadero recorrido por los principales hechos de la Vida de Jesúscristo y de Santa María, al mismo tiempo que ofrecemos, agradecemos y pedimos la intercesión de la Madre por nuestras intenciones.
Luego de haber anunciado el misterio rezamos un Padrenuestro seguido de 10 Ave Marías y terminamos con el Gloria. Luego del Gloria entre misterio y  misterio se reza una Jaculatoria conocida como la Oración de Fátima:
«Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados, sálvanos del fuego del infierno y guía todas las almas al Cielo, especialmente aquellas que necesitan más de tu misericordia».
Misterios gozosos (lunes y sábado)
  1. La Encarnación del Hijo de Dios.
  2. La Visitación de Nuestra Señora a Santa Isabel.
  3. El Nacimiento del Hijo de Dios.
  4. La Presentación en el templo y la purificación de la Virgen Santísima.
  5. La Pérdida del Niño Jesús y su hallazgo en el templo.
Misterios dolorosos  (martes y viernes)
  1. La Oración de Nuestro Señor en el Huerto.
  2. La Flagelación del Señor.
  3. La Coronación de espinas.
  4. El Camino del Monte Calvario.
  5. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor.
Misterios gloriosos (miércoles y domingo)
  1. La Resurrección del Señor.
  2. La Ascensión del Señor.
  3. La Venida del Espíritu Santo sobre María y los apóstoles.
  4. La Asunción de Nuestra Señora a los Cielos.
  5. La Coronación de la Santísima Virgen.
Misterios luminosos (jueves)
  1. El Bautismo de Jesús en el Jordán.
  2. La Autorrevelación de Jesús en las bodas de Caná.
  3. El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión.
  4. La Transfiguración.
  5. La institución de la Eucaristía.
Terminamos el rosario luego de haber rezado los 5 misterios correspondientes al día (o después de haber rezado un misterio cuando usas un denario). Como oración final justo sosteniendo la medalla que se encuentra al centro del rosario dirás la oración de la Salve como signo de alabanza y reconocimiento a Nuestra Madre.
«Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén».

5. ¿Dónde rezar?

Lo sugerido es que puedas rezarlo en un lugar tranquilo donde no tendrás interrupciones. Lo lindo del rosario es que podrías rezarlo prácticamente en cualquier sitio. Caminando solo, sentado en una banca mirando la naturaleza, en la soledad de tu habitación, con amigos en grupo, en tu parroquia, y mi favorito: frente al Santísimo.

6. Hay varias formas de rosario

¿Sabías que no sólo existe una sola forma de rosario? Existen varias. El original rosario católico, el que la Virgen le entregó a Santo Domingo tiene 50 cuentas. Pero también existen los denarios que representan una decena del rosario y por su tamaño los puedes llevar fácilmente contigo.

7. Algunos recursos que te pueden ser útiles para rezarlo

El rosario del Papa Juan Pablo II: Spotify.
Rosario Pro: Play Store. 
El santo rosario: Play Store.
«Sabéis que es necesario rezar y debéis hacerlo meditando y recordando lo que Jesús ha hecho y sufrido por nosotros: los misterios de su infancia, de su pasión y su muerte, y de su resurrección gloriosa. Recitando vuestro misterio o decena, seguís la inspiración del Espíritu Santo que, instruyéndolos interiormente os lleva a imitar más de cerca a Jesús, haciéndonos rezar con María, y sobre todo, como María» (San Juan Pablo II).
Si esta publicación te ha parecido interesante, recuerda que nos encantaría escuchar tu opinión. Tal vez tú has rezado el rosario de una manera distinta y te gustaría comentarla con nosotros… ¿qué dices? Anímate.

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Enseñanzas de SAN ATANASIO DE ALEJANDRÍA

  SAN ATANASIO DE ALEJANDRÍA Atanasio representa, en muchos aspectos, la consolidación de las principales líneas del pensamiento teológico, ...